Hoy es 27 de Mayo del 2020, plena pandemia mundial, fase 1 de desescalada, etc etc etc… los rollos que ya todos conocemos.
Lo más fuerte no es la pandemia, es que por casualidades de la vida he topado con mi «ex blog» (al menos tengo un ex) y estoy alucinando con lo poco que ha cambiado todo en estos 4 años… El último post que subí fue el 20 de octubre del 2016!! cuando mi amiga L y yo buscábamos un piso compartido en el Cabañal, y sí, finalmente lo encontramos, pero lo tenemos que dejar por temas varios, y respecto al resto de historietas, desasosiegos, descomposiciones, dudas de la vida, amistades, líos de faldas, etc sigue todo igual, I – GUAL.
Para que cojáis el hilo un poco, si queréeeeeis… dejo aquí el enlace de ese post, que no sé si me está haciendo reír o llorar, o una mezcla de las dos cosas: https://tengotodoperfectamentedescontrolado.wordpress.com/
En realidad, me está haciendo reír mucho, aunque suspirar otro poco también. Porque así es la vida, de repente tienes unas ideas, unos proyectos, una marcheta, unos objetivos, consigues averiguar qué te gusta, consigues ese ansiado piso en el Cabañal (aunque con sus taras) y llevar una vida medio molona, con sus más y sus menos, sus tira y afloja, pero coherente contigo misma… y zasca! Te jodes, ahora el planeta ha decidido revelarse, porque la protagonista del mundo no eres tú, ¿vale? , ¿te queda claro señoritinga?
Sí, sí, valeee… me queda claro, clarinete vamosss.
Ahora a agradecer, agradecer a la vida, dar gracias por todo, por tener lo que tengo, por poder comer, porque mi familia está bien, porque mis amigos y amigas están bien, y darme cuenta de que soy una cosita chiquitiiiita chiquitiiita que hay en el mundo, rodeada de miles de millones billones y trillones de otras cositas y que no va a ser todo lo que yo quiera cuando yo quiera. Y oye, pues visto así la verdad es que mi vida no está tan mal, y puedo agradecer muchas cosas.
Si no recuerdo mal, este blog lo empecé chillando a los cuatro vientos que mi vida no era la «esperada» o «soñada» para una chica de mi edad (antes tenía 29 años….madre miiiiaaa, quién los pillara) ya que no tenía una pareja, no tenía un hogar propio, no tenía un trabajo estable ni una vocación, no tenía grandes responsabilidades y no era una súper mujer de las que hacen grandes y reconocidas cosas.
Peeeeeeeero, señoras y señores, ahora tengo un coche, UN COCHEEEE, un pedazo de Seat Ibiza con su pantalla táctil que hace cosas que ni entiendo, sus retrovisores puntiagudos y su morro deportivo (que me hace atascarme en los bordillos de las aceras). Y oye, el coche no me pega un pepino pero va de lujo! Estoy orgullosa de mi Ibiza.
Fuera coñas, lo importante no es tener cosas, tener poder, tener sueldaco o puestaco en empresaca, hacer mil viajes guays por todo el mundo, tener ropa cuqui, tener un piso maravissshhhoso, una pareja ideal, etc, lo importante es pasar ratitos guays y ser conscientes del rumbo que llevamos, tener coherencia en nuestra vida, sonreír, hacer alguna tontería que otra de vez en cuando y tener personas cerca bonitas y graciosas. Siempre la gracia ante todo, ¿eh? por favor.
Así que aquí estamos, todos good. Mi amigo A en Madrid confinado parece que se vaya a presentar a las próximas Olimpiadas, a mi amiga G, en Mallorca, le ha dado por pintar acuarelas, venga láminas, venga láminas…estas navidades caen láminas a to quisqui. L y yo hemos estado cocinando de todo confinadas en nuestro piso cabañalero… nosotras vamos para Masterchef 2021, y otras amigas han estado solas, teletrabajando y tomándose sus cervezas y sus vinos en solitario, ole ellas porque tela marinera. Es muy bonito estar sola o solo, porque lo decides, pero por obligación… eso es otro cantar. Ah, y V se ha comprado un ukelele… jajaja, esperamos oírlo alguna vez, cuando aprendas cómo va nena.
Así que, como mi vida parece que se ha dado una vueltecita para volver al mismo punto que hace cuatro años, yo voy a retomar este blog. EA.
Ah, adjunto este documental que me ha robado el corazón, DE VENT I ALES, no sé si conocéis a Txarango, cuentan unas cosas preciosas en sus letras y animan el cotarro que da gusto! Lástima que lo dejan, se van… se van para seguir alegrando a gente de otros países y llevando a cabo sus proyectos que alegran corazones. Estos sí que son artistas 😉