EL PAPEL FUGAZ DEL PRÍNCIPE AZUL

Últimamente se repiten las historias de príncipes azules fugaces a mi alrededor… será porque es verano y salen de debajo de las piedras.

Resulta que la amiga de una amiga de una amiga…..d473b6d0-6f44-11e4-8d88-0daf0e716090_160x160x16-grinning-face-with-smiling-eyes- sé que suena a YO MISMA pero no, esta no es mi historia por desgracia, porque es muy bella.

La historia empieza un viernes noche, con la idea de salir solo a cenar y a tomar algo a una por una playa bonita de un pueblo andaluz (top secret). O me degüellan.

La noche se lía, es lo que tiene salir con una amiga con la que todo vale. De la cena a la terraza, de la terraza a las copas, de las copas al pub y de ahí al antro discotequero chulo. La noche la lía y ella se deja liar, que para eso es un viernes de Agosto.

La princesa (siempre es princesa, dentro y fuera de esta historia), conoce a un chico. Desde la terraza a las copas, desde las copas al pub y desde el pub al antro discotequero, siempre pendiente, siempre mirando de reojo. ¿Quién es ese? ¿y por qué me mira tanto?

En algún momento de la noche, el chico se convierte en príncipe. Porque es un encanto, porque es educado, porque sabe dónde está la raya, es seductor, es gracioso y divertido. No es un «típico de sábado noche» borrachuzo que te habla medio escupiendo y diciendo chorradas y diga lo que diga, tú solo oyes…quiero mojar esta noche . No, no es ese.

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Y la noches resulta acabar, sin quererlo y sin querer evitarlo, tomando vino al amanecer en un barquito con el príncipe, con baño romántico incluido, OF COURSE (la princesa es valiente y decidida, le gusta arriesgar, nada de remilgos)

 Ha sido una noche bonita (dejando aparte la resaca), de esas noches inesperadas que te dejan sensación de chispa, podríamos llamarlo noche de película.  Y podría quedarse ahí, claro que podría. Y todavía más bonita y de película sería.

Pero no. Ahí está el papel del príncipe azul fugaz. Él tiene que pedirle el móvil…. ¿por qué? Pues suponemos que porque le gusta y quiere volver a ver a su princesa. Qué mono, ¿no?

Demasiado suponer….

Mi princesa se inventa el número de teléfono, si lo quiere ya lo conseguirá. Y lo consigue señores… el príncipe azul sigue ganándose su «apodo» a conciencia.

Domingo. El príncipe azul resultó ser un «típico de sábado noche» camuflado.

Y esta historia podría contarla cambiando el pueblo andaluz por la isla de Mallorca, por la Costa Brava y por mil sitios más cambiando las escenas y cambiando a los protagonistas.

Conclusión después de varios whatsaaps con mis cabriamigas?? Pues no está muy claro. Deben de rebanarse tanto los sesos metiéndose en el papel que se les escacharra la cabeza y al día siguiente ya no funciona muy bien… Entonces tienen que resetear y pierden parte o toda la información almacenada.

Podrían ser noches bonitas de peli, pero tienen que cagarla. Princesas…ir con cuidado, hay mucho príncipe camuflado.

PD: Me he enamorado de James Dean buscando la foto de la portada y ahora quiero vivir en otra época, en blanco y negro. Por cierto, ¿James Dean le haría jugarretas de esas a las chatis?? No sé no sé…no te puedes fiar ni de uno de los años 50!

Dedicado a la amiga de mi amiga de mi amiga, ole tu arte y tu gracia loquilla mía. Y gracias por la inspiración.

¿Próximo príncipe? 😉

 

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